Pensó que iba a golpearlo cuando se movió tan rápidamente, pero al contrario, pegó sus labios contra los suyos y los besó… eso no lo esperaba, tampoco esperaba su reacción. La dejó besarlo, la dejó y cometió el error de recordar, de saborear y de dejarse llevar. Sus labios estaban igual de suaves, su piel olía al mismo perfume de Gardenias y misma electricidad recorrió cada centímetro de su cuerpo.

La empujó pero ya era muy tarde, ya ella había comprobado sus sospechas. Se sintió débil y por tanto se enojo más de la cuenta.

F: ¿POR QUÉ HACES ESO? ESTAS LOCA! ¿Si ves qué no respetas a nadie? ESTAS CASADA POR DIOS!

S: todavía me amas- dijo en voz baja haciendo que él se quedara frió

F: ¿qué estupideces dices? Yo no puedo amar a una mujer como tú…- dijo en tono despectivo mirándola con desprecio

S: puedo sentirlo

F: pues sentiste mal! Porque lo único que siento por ti es desprecio! Tanto odio y desprecio que no te lo podrías imaginar…- Sara se hace de oídos sordos y se pega a su cuerpo empujándolo hasta la puerta por donde entró y acorralándolo en contra de esta

S: deja de mentirme…- succiona suavemente sus labios- … por favor.

Franco la toma bruscamente de la cintura y se da la vuelta para que sea ella quien este entre la puerta y su cuerpo.

F: es lo quieres ¿verdad?...- besa su cuello con el fervor digno de un animal

S: Franco…- dice tratando de empujarlo, pero su excitación y la fuerza de Franco no le permitían moverse

F: no te resistas- dijo desabotonando su blusa de un solo tirón. La dejó caer al piso y el brasier corrió con la misma suerte

S: no…- decía mientras el acariciaba su pecho. Se quejaba, no quería que las cosas fueran así pero… no tardó en quitarle la camisa e inclinarse a besar su cuello.

Él supuestamente no sabía por que lo hacía y ella supuestamente no sabía por qué se dejaba. Pero en el fondo él sabía que la amaba y que por eso le dolía tanto su ausencia.

No había perdón. Él la odiaba igual, pero su cuerpo era como un mal vicio, no se puede dejar así por así.

Soñó tantas veces con su cuerpo que sería un sacrilegio tenerlo en frente y no hacerle el amor… aunque pretendía que fuera solo sexo.

Bajó sus manos abiertas hasta sus rodillas y le subió la falda hasta la cintura. Ella deshizo la correa de su pantalón y lo desabotonó haciéndolo caer hasta sus tobillos.

Estaba listo para hacerla suya, se detuvo un momento para mirarla, la falta de información le hizo pensar que Sara se había convertido en algo que realmente no era. Él no sabía que lo hacía por amor.

Seguían contra la pared. Tomó sus piernas y las levanto para colocarlas en su cintura. La hizo suya, sin avisar, ella gritó sorprendida y se aferró a sus hombros.

Carlos Andrés no la hacía sentir así. Tal vez porque no lo amaba, tal vez porque solo lo hacían de vez en cuando por pura calentura o tal vez porque él único hombre que sabía como tocarla era Franco.

Las lágrimas eran difíciles de explicar para los dos. Él lloraba por rabia, por frustración y ella lloraba por amor, porque lo había perdido.

La confusión y los vaivenes de sentimientos no paraban su apasionado baile, era su manera de desahogarse, de decir con sus cuerpos todo lo que estaban sintiendo.

Ella llegó al orgasmo primero que él y pareció disfrutarlo más de la cuenta, pero en realidad era una mezcla de llantos y gemidos que no podía controlar.

Él llegó también, la bajo de su cintura y se miraron fijamente. Sofocados, excitados y con lagrimas en los ojos.

F: ¿por qué Sara? ¿por qué me engañaste? Yo te amaba tanto…. Tanto

S: yo no te engañe Franco

F: NO ME MIENTAS- la toma bruscamente por los hombros y la empuja hasta la cama- YO TE VI- decía llorando como un niño- YO TE VI CON ÉL Y ME PARTISTE EL ALMA SARA- Sara lo mira confundida y sin entender nada, pensó que se refería a cuando la vio con Carlos Andrés en el Club

S: ¿de qué me estas hablando?- le grita desesperada

F: NO ME MIENTAS MAS!!- se sube sobre ella y aprieta su cara… pero después la acaricia tiernamente- ¿por qué me engañaste? ¿Por qué?- acariciaba su cuerpo como si se tratara de algún tesoro escondido que no debería tocar, besaba cada centímetro de este con lágrimas brotando como lluvia de sus ojos. Aun estaba grabado en su memoria, aun conocía cada lunar y cada cicatriz.

Estaba listo para ir de nuevo, pero Sara se voltea y deja su cuerpo debajo del suyo. Ahora tenía el control de la situación. Se sienta sobre su sexo y su velocidad era determinada por lo que estaba sintiendo. Estaba enojada, porque no sabía de qué diablos le estaba hablando Franco.

El movimiento de sus caderas, el sudor de sus cuerpos, sus lágrimas, los gemidos, los llantos… todo los fue llevando a un estado en el que nunca habían entrado. Sus cuerpos se decían todo, las palabras estorbaban.

Llegaron al éxtasis y Sara cayó tendida en la cama.

Por la mañana

N: Juan… ¿tu crees que él si sepa donde esta Sara? ¿Tu crees que él la traiga de vuelta?- Juan la mira con confianza

Ju: tranquila mujer, tu hermana va aparecer, ya veras- la abraza fuerte, Norma se separa de repente.- ¿qué pasa?

N: eh… nada Juan, perdóname- lo mira avergonzada, la verdad es que se sintió tan bien entre sus brazos que le dio vergüenza

Ju: ¿segura?

N: Juan… ¿tu nunca me harías daño verdad?- Juan la mira extrañado por la pregunta

Ju: ¿por qué me preguntas eso?

N: solo respondeme…. por favor- dijo casi llorando, Juan toma su pequeño rostro entre sus manos

Ju: Cómo te haría daño mujer! si… estoy enamorado de ti- Norma sonríe al escuchar sus palabras y pone sus manos sobre las suyas. Después se abrazan.

N: ¿sabes? Contigo me siento muy segura, se que nunca me harías daño… te quiero Juan, te quiero mucho- Juan la aprieta fuerte y después besa su frente, pero ella no se conforma con eso y le agarra la cara y le planta un beso.

Los dos se ríen como cómplices.

Cabaña

La había observado dormir toda la noche. Aun no encontraba explicación… si él la amaba tanto por qué ella fue capaz de engañarlo? ¿Por qué? Si ella era todo para él… no sabía que sentir, seguía enojado pero… lo de la noche anterior fue tan especial, nunca se habían conectado de esa forma. Se dio cuenta de que no la odiaba…no como el pensaba, en realidad la amaba igual o mas que antes pero estaba tan enojado con ella que no podía darse cuenta y el orgullo no lo dejaba perdonarla.

Se veía tan calmada durmiendo, quería tomarla en sus brazos y llevársela a lejos para estar siempre con ella…. <no más Franco, no más….no dejes que juegue contigo>.

Cuando Sara se despertó Franco estaba sentado en el sofá.

F: ya me voy- dijo cuando la sintió venir- ella no supo que responder- si quieres vienes conmigo y si quieres te quedas… pero no vuelvas

S: ¿qué?

F: que no vuelvas aquí, este lugar es muy importante para mi, no quiero que lo…

S: ¿qué lo qué? ¿Qué lo ensucie con mi presencia? Pues te aviso que este lugar no te pertenece y también es muy especial para mí- sale de la cabaña, Franco la sigue

F: NO VOY A DEJAR QUE VUELVAS A JUGAR CONMIGO SARA! ESTAS EQUIVOCADA SI CREES QUE TE VOY A DEJAR- Sara se montó en su caballo, él no tardo en subirse en el suyo y perseguirla a toda velocidad.

Hacienda Reyes

Oscar escucha un gran estruendo desde su habitación y sale corriendo al igual que todos los que se encontraban en la casa.

Se quedo perplejo frente a las escaleras al ver a Eva junto al cuerpo de Jimena tirado al final de estas y sangrando.

En las afueras de la Hacienda

Carlos Andrés fue temprano a la Hacienda Reyes, sin tener claras las palabras pero listas las ideas. Se desmontó de su carro y en ese mismo instante llego Franco en su caballo.

CA: ¿la encontraste?

F: si…-dice mirándolo incomodo- ya seguro llego a tu casa

CA: bien- da media vuelta pero se detiene- Franco!

F: ¿si?

CA: tú y yo tenemos que hablar muy seriamente

F: ¿de qué?

CA: de muchas cosas, de mis hijos, de Sara…

F: no son tus hijos…. Son míos y de Sara y en cuanto a ella no tenemos absolutamente nada de que hablar, mis sentimientos por esa mujer se quedaron en un habitación de hotel

CA: ¿de qué hablas?

F: yo me entiendo…- Franco baja un poco su tono de voz- mira Carlos Andrés, yo se que tu eres un buen tipo y que seguramente has cuidado muy bien a mis hijos y que te debo mucho…. Pero no tengo porque darte ningún tipo de explicaciones

CA: eso lo se Franco, solo quiero que entiendas que no voy a dejar que destruyas mi familia- Franco suelta una risa burlona

F: ¿tu familia? ¿Te refieres a mis hijos y a esa mujer que acaba de engañarte como me engaño a mí?

CA: Sara nunca te engaño Franco…. Tú fuiste el que jugó con ella

F: ¿yo? ¿’Yo me daba baños desnudo en una habitación de hotel? Por favor Carlos Andrés… no dejes que el amor te ciegue- se va dejando a Carlos Andrés atónito.

Se sube en su carro.

CA: el nos vio! Franco nos vio en la habitación de hotel…. Ella estaba borracha…. Se emborracho por él… por que pensó que se casaría… pero eso no era cierto…- detiene el auto y se coloca las manos sobre su cabeza- Dios mío ¿qué hago? Ellos nunca debieron separarse… pero yo amo a Sara y a mis hijos… no quiero perderlos, no quiero.