Majix cap 2
S: que me pasa?! –desconcertada, medita lo que le paso; en su cuarto-
-En
esos momentos Franco también había llegado a su cuarto, al entrar se sienta en la cama, se toca el cabello, y se queda pensando-
F:
me gusto? o solo.... No! Fue como besar un témpano de hielo, no sentí nada. –él mismo se mentía- Claro que no me gusto....es
estúpido pensar que YO! Pueda sentir algo por ella, ni que estuviera loco... Mejor me doy una ducha fría y me despejo.
-Mientras
tanto, Sara estaba aturdida, sin saber que pensar, lo sucedido le dejo en schoth, por unos minutos se quedo recostada en la
cama, imaginado la escena con Franco-
S: Sarita Elizondo! –se dijo a si misma- Estas LOCA! Como piensas en ese
pedazo de ANIMAL, bruto y desagradable, mejor duérmete, a ver si la pesadilla se acaba. –Sara sierra su ojos, pero en
realidad, le perturba algo, casi toda la noche, se dio vueltas en su cama, sin conciliar el sueño. Franco estaba en las mismas,
los 2 separados por paredes y sintiendo lo mismo. Eran las 3:30 de la madrugada, cuando Sara baja por un vaso de agua.
Mientras que Franco siente un impulso de sed; que lo estaba matando; su garganta estaba seca, decide bajar a beber agua.-
En
la cocina
F: me invitas?! –Sara estaba tomando, lo mas campante el agua, y de la nada aparece Franco, la sorprende,
Sara se atraganta, tose y le pasa el vaso a Franco, sin pronunciar una palabra, agachando la mirada- F: vaya!! Que raro
no!? S: a ver!? Que es raro? F: pues que no me hallas atacado, pensé que me divas a decir que tome el agua de la canilla
y que te deje de molestar hasta con el agua. S: fíjate que no soy tan cascarrabias, y me nos por pavadas... F: eh....Yo....quería
que sepas...... S: no tengo tiempo, solo quiero dormir, dímelo mañana. –Franco se apresura y se pone en su camino- F:
Dios mío!! Ya comenzaste?! de semi-tierna ya te volviste cortante. S: de que hablas! F: pues que siempre huyes de mi,
párese que no aguantas estar a mi lado, te caigo tan mal? S: mmm... fues fíjate que nop.... F: en serio!,pero..... eso
no fue lo que me dijiste hoy, cuando estábamos....-Sara lo interrumpe- S: tengo sueño! F: yo también, pero esto es
mas importante en este momento, y no me dejas terminar, me.... preguntaba porque te pones nerviosa con mi presencia? S:
yo! nerviosa ja! y porque debería estarlo? F: no se....? quizás yo te guste como hombre! –Picaronamente la mira- S:
VOS! a mi? Jaja, que decís, dios! estas delirando. F: No delirio para nada, admítelo, te gusto!? S: si como no...-Sara
le da la espalda, y él le toca el hombro; con las dos manos, se acerca, le dice al oído: F: NO TE ENGAñES......-hace una
pausa, le mueve el pelo del cuello- sentí que temblabas... cuando te bese. –Se da la vuelta ella, lo mira con una cara
burlona- S: sentiste mmmuyyy!! mal....Franco Reyes. –lo aparta de su camino, pero....antes le derrama la jarra de
agua, por la cabeza- Para que se te quite lo calenturiento, Permiso... -Ni Franco supo lo que le paso- F: que te pasa
mujer?–le grita, mientras ella se sube las escaleras, se escucha la risa burlona de Sara por el corredor- F: con
que mujer me vine a topar? –se pregunta Franco-
Al día siguiente
F: buen día Gabriela! G: que tal franco!,
que haces tan temprano en el comedor? F: es que toda la noche no pude dormir, y ya no quise estar en la cama. G: ah...
y que vas hacer hoy? F: no lo se, quizás salga a conocer los terrenos, ya que hoy no tengo facultada. No le importa? G:
claro que no... muchacho como crees que me va a molestar. –aparece Sara, mas hermosa que nunca- S: Buen dia mamá,
buen dia Franco, como amanecieron? G: bien como siempre hija. F: yo mojado... –Sara se rie- G: que! F: nada
Gabriela, yo me entiendo. Bueno me voy a las caballerizas. –se levanta de la mesa- G: hija... tenemos que hablar,
como es eso que te fuiste de compras ayer, vos? de compras. S: si mama, yo de comparas!, que tiene, no es nada de otro
mundo. G: ya se, pero a ti jamás te importo eso de la ropa, el maquillaje, ni nada que tenga que ver con el embellecimiento
de una mujer. Tu casi nunca te arreglas, por eso me párese raro. S: ay! Mamá para todo hay una primera ves, no te párese. G:
claro que si.... y te felicito, yo siempre te dije que luzcas esa belleza que tienes y tu siempre viéndote fea. S: eso
quedo en el pasado. Bueno me voy a ver a los caballos, hace un buen tiempo que no me ocupo de la hacienda, la universidad
me ocupa mucho tiempo. –Sara se dirige a los establos, entra a una de las persevera, a buscar a su caballo favorito
y no lo encuentra-
S: Olegario....! –le llama a unos de los empleados, prácticamente el encargado de la hacienda- O:
como le va Señorita Sara, en que le puedo servir? S: y mi caballo? No esta en la persevera. O: ah... es que el joven
Franco salió a dar una vuelta. S: que!! y con mi caballo, acaso no le dijiste que nadie puede montarlo, solo yo! O:
si... pero como los demás caballos se les estaba cambiando la herradura, yo se lo arreglé, para que salga. S: ok! Olegario...
no importa. Y no hay otro caballo? para que yo, lo monte ahora. O: si! Señorita, ya terminamos con el Negro, le voy a poner
la silla de montar y se lo traigo. –Olegario prepara al Negro y se lo trae rápidamente a Sara- S: gracias!, me puede
hacer un favor. O: Claro, con mucho gusto Señorita. S: Dígale a mamá, que salgo a montar y que vuelvo enseguida, pero
sino, que no me espere a comer. –Sara se sube y sale cabalgando. Mientras cruza los campos de la hacienda, pasaron las
horas pero antes de regresar a la hacienda siente una sensación rara y decide a adentrarse hacia el bosque e ir a refrescarse
en el manantial que tenia sus terrenos, era tarde y pronto se oscurecería. Cuando llega, lo primero que ve es la enorme cascada
que había; hacia mucho tiempo que no venia, su ultima ves fue cuando tenia 12 años. Todo habia cambiado; habia mas flores
de todo los colores, el agua se vei mas clara y el viento soplaba suavemente un aroma natural, sus ojos se deleitaron con
tanta belleza, cuando se adentra mas, se baja del caballo, se estaba desabotonado la camisa, para darse un chapuzón y....- F:
así te quería tener.....-Franco aparece atrás de ella, la abraza y le susurra- de mI no.. te escapas..... S: que te pasa?
Estas loco, suéltame!! F: ni lo sueñes niñita malcriada!, vos me vas a pagar lo que me hiciste, y con la misma moneda.
–y le arroja al agua, Sara se levanta, gira y le busca a Franco para darle un reto de aquellos, y no le encuentra- S:
donde estas? Idiota! mejor que aparezcas...-En ese momento sale franco del fondo del agua- F: me buscabas.....-se acerca,
y queda frente a frente con Sara; él estaba sin camisa y se le notaba su musculatura, bien formada, ella toda mojada, eso
significa que su ropa transparentaba, lo que tenia abajo, o sea su ropa interior negra se veía- S: si.....-tímidamente
responde Sara, mientras Franco se acerca lentamente, mirándola profundamente, los dos se quedan inmutados en el silencio y...-
Eres un animal, esta es la segunda ves que me mojas –le empuja- F: si! y? Sabes que!, si tu viera otra oportunidad
lo volvería hacer. –la aprisiona con sus brazos y bruscamente la empuja contra su pecho musculoso, ella no puede hacer
nada, ya que esta inmóvil por la fuerza que la aprisiona- Y... sabes que? me gusta mucho tenerte así. –Ella no sabe
que hacer y intenta soltarse- Que pasa Sara? Tienes miedo que tu instinto te delate? S: de que hablas? Suéltame Franco! F:
dime una buena razón para que lo haga. S: mejor que lo hagas, no me conoces cuando se me acaba mi paciencia, y tu la estas
colmando ya!!!!!!! F: uuuuuyy! Mira como tiemblo, te conozco muy bien, estos días me sacaste hasta tus garras, de que mas
puedo temer?!, vamos Sara dilo! S: que quieres que diga! –Franco la mira de arriba hacia abajo, con muestra de deseo- F:
pues............-La suelta- nada...-sale del agua, Sara se queda confundida, como si hubiera esperado otra cosa, y le salió
al revez- ah.... por cierto te queda bien el negro. –Sara se queda en medio del agua, sintiendo una sensación rara en
su cuerpo, como si le faltara algo que Franco le había sacado, pero ella no identificaba que era- S: Franco espera!....
–Ella lo llama, pero ya era tarde, se había marchado, sin entender Sara se quedo en blanco y ahí fue cuando Franco se
fue y ella ni se percato. Sale del agua, monta su caballo; estaba toda mojada, cabalga lo más rápido que puede, en la distancia
se le ve a Franco, ella se apura. Franco llego a la hacienda, directamente se fue a guardar al caballo, en unos de los establos,
mientras que Sara entra a la hacienda, mira hacia donde se va Franco (ya no había ningún empleado, todos se habían marchado;
ya que ellos salen a las 18:00 y eran 18:50). Franco estaba desenredando los seguros de la silla de montar. S: Franco!
–le dice Sara tímidamente, él la mira y vuelve a mirar lo que estaba haciendo- F: si... que necesitas Sara!?, si
vienes a decirme algo hazlo ya! –sigue desajustando la silla, ella camina hacia él, con sus manos le toca la espalda.
Él se asombra, gira rápidamente y le agarra sus manos- Sara, que pasa? S: pasa que....-mira profundamente los ojos de él-
quiero saber, que es lo que quieres que te diga?, odio que me dejen con la palabra en la boca. F: y tu crees que yo No...
desde que te conozco, me dejas con la palabra en la boca, era hora que te haga pagar... S: y tu! Siempre me dices niña
y actúas peor que un niño, eres un engreído y me das pena. F: tu tienes pena de mi, y eso a que se debe?, para tu información
tu... me das mas pena, ya que nunca vas a ser una mujer, siempre serás una niña malcriada sin chiste. S: repite lo que
dijiste! –Se desabotona la camisa mojada; dejando ver un poco de su ropa intima; resaltando sus pechos, lentamente se
avanza hacia Franco- F: Que....... –traga su saliva y apenas...- no eres una mujer, solo una niña solitaria y amargada- S:
seguro!? quieres que te de muestre lo contrario.... F: eh...........-Franco no sabe que hacer, camina para atrás- Sara
que haces? –Tropieza y cae- S: que pasa?? Franquito....me tienes miedo? F: yo? Claro que no... S: seguro?!
–se agacha, toca las piernas de Franco, luego las rodillas, la cadera y poco a poco se abalanza hacia Franco, hasta
que sus miradas queden frente a frente, él tenia una cara de espanto, jamás le había pasado algo similar, él siempre dominaba
la situación con todas las mujeres- y.... sabes que me muero por besarte.....- Sara se muerde el labio- F: yo.........-sierra
los ojos, y acerca su cara para besar la, al no sentir el contacto con el labio de Sara, abre sus ojos- S: ni lo SUEÑES!!!
Franco REYES..... –Le besa la nariz, le dice al oído; con una vos sensual- y...ahora...quien es la niña! - Franco observa
en silencio como Sara se levanta y se prende su camisa- Que pasa!? Tengo un bicho en la cara, por eso me miras de esa forma
Franco. F: ehhhh, pues... yo nunca pensé que tu fueras así! S: a que te refieres con eso? F: pues...pensé que eras...nada
– Franco se retracta de lo que iba a decir- S: pensaste que!? que soy una niña tímida, tranquila, que cualquiera
me puede joder y pasarme por el frente, que poco... me conoces Franco Reyes, te aconsejo que no te metas más con migo, y yo
no me meteré en tu vida ok!? –Franco se levanta- F: y si no quiero! Que!? S: pues atente a las consecuencias,
te aconsejo que no me busques que me vas a encontrar, ya te lo dije una vez y te lo vuelvo a decir. –justo Gabriela
entra- G: muchachos que hacen aquí? Les estuve esperando para almorzar y nunca aparecieron, que les paso? S: nada mamá,
yo estuve el la cascada, sabes que hace mucho que no iba y me entretuve. G: y tu franco? S: ehh...estuve recorriendo
los campos, sabe que Gabriela, su tierras están ubicadas muy bien, los parajes son muy bellos. G: que bueno que te gusto
muchacho, pero... ustedes deben estar hambrientos, no almorzaron para nada, Vengan! Venga!, que la cena ya esta. –Se
dirigen a la casa- S: mamá yo voy a cenar mas tarde, es que estoy toda mojada y me quiero dar una ducha. G: ay! Hija,
pero vas a cenar sola. S: no importa, estoy cansada, y no tengo tanta hambre. G: Bueno!, ven Franco, yo se que has de
querer comer todo lo que veas, ustedes los hombres tiene un estomago. –Franco y Gabriela cenan a gusto, platican de
los hermosos parajes de la hacienda, comparten opiniones, etc. F: Bueno! Gabriela, me voy a dormir, estoy muerto, mañana
seguimos platicando, no le importa?! G: claro que no!, como crees!, ve y descansa, y no te preocupes por levantarte mañana
temprano, es domingo y hasta yo, me despierto tarde. F: que descanse.. –Franco se sube las escaleras, camina por
el largo pasillo de cuartas, cuando escucha una vos, se adelanta y busca de donde proviene la vos, cuando llega, ve semi cerrada
la puerta de Sara, había un espacio abierto, él se acerca, observa; se le veía a Sara en bata; sentada en la cama, apunto
de vestirse y cantando una melodía. Franco se derrite poco a poco, prácticamente se queda embobado.
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